LA FAMILIA AL SERVICIO DE LA VIDA.
Según el designio de Dios, el matrimonio es el fundamento de la comunidad más amplia de la familia, ya que la institución misma del matrimonio y el amor conyugal están ordenados a la procreación y educación de la prole, en la que encuentran su coronación.
En su realidad más profunda, el amor es esencialmente don y el amor conyugal, a la vez que conduce a los esposos al recíproco «conocimiento» que les hace «una sola carne», no se agota dentro de la pareja, ya que los hace capaces de la máxima donación posible, por la cual se convierten en cooperadores de Dios en el don de la vida a una nueva persona humana. De este modo los cónyuges, a la vez que se dan entre sí, dan más allá de sí mismos la realidad del hijo, reflejo viviente de su amor, signo permanente de la unidad conyugal y síntesis viva e inseparable del padre y de la madre.
Al hacerse padres, los esposos reciben de Dios el don de una nueva responsabilidad. Su amor paterno está llamado a ser para los hijos el signo visible del mismo amor de Dios, «del que proviene toda paternidad en el cielo y en la tierra».
Sin embargo, no se debe olvidar que incluso cuando la procreación no es posible, no por esto pierde su valor la vida conyugal. La esterilidad física, en efecto, puede dar ocasión a los esposos para otros servicios importantes a la vida de la persona humana, como por ejemplo la adopción, las diversas formas de obras educativas, la ayuda a otras familias, a los niños pobres o minusválidos.
La familia, comunicadora de valores
CUALQUIERA sea el ideal de sociedad que se promueva o se aliente, siempre será necesario reconocer que la familia es el baluarte en el que se comunican los valores fundamentales de la vida. Las concepciones éticas que se aprenden en el hogar, al calor del afecto que agrupa a las personas vinculadas por lazos de parentesco sanguíneo o espiritual son las que más profundamente arraigan en el corazón humano y son -en la generalidad de los casos- las que sobreviven a los embates más severos, a las pruebas más duras.
El reconocimiento de la importancia que reviste el ámbito en el que los seres humanos reciben la primera formación moral remite a una verdad tan simple como esencial: la mayor riqueza de una sociedad son las personas . La expresó el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge Bergoglio, en un artículo sobre "Educación y valores", publicado en La Nación el jueves último. Curiosamente, la misma idea madre estuvo latente en estos días en las declaraciones y en los testimonios de Nicholas Negroponte, el celebrado autor del "Ser digital" y director del Laboratorio de Medios del Massachussetts Institute of Technology.
Los primeros encuentros de un niño se realizan en el seno de la familia y, más en concreto, en el contacto frecuente con la madre. La madre es la máxima “comunicadora” con el hijo, incluso desde el periodo embrionario, donde el contacto entre ella y el feto es de una riqueza enorme.
Existen estudios que muestran cómo el afecto materno en el periodo de la gestación puede llegar a influir en la vida de quien marcha hacia el esperado nacimiento. Además, desde el momento en el que el feto desarrolla el sentido auditivo, es capaz de escuchar la voz de su madre, y se habitúa al ritmo del latido del corazón, que es, quizá, el origen de nuestro entusiasmo ante los pasodobles y músicas interpretadas según el compás binario...
El desarrollo de la propia vida ética depende también de otros factores, y se va configurando a lo largo de los años de la infancia, niñez, adolescencia, primera (y segunda) juventud, e incluso en la misma edad adulta. Pero lo que se ha sembrado dentro del hogar resulta ser de un valor extraordinario, muchas veces decisivo para el resto de la vida.
Por eso una familia que quiera un hijo feliz, un hombre maduro, debe prestar atención a esas primeras etapas, debe tomar conciencia del milagro maravilloso que se opera ante sus ojos: el ingreso en el mundo de los valores de un ser que mañana podrá ayudar, quiéralo Dios, a otros nuevos hombres y mujeres a ser felices como lo fue él gracias a unos padres que se amaban y que le amaban
EL APRENDIZAJE POR IDENTIFICACIÓN.
Ese vínculo primario se inicia con la vida intrauterina en una constante co-presencia y permanente intercambio. Un aspecto de la interacción se efectiviza, según sostiene Enrique Pichón-Rivière, en un “código biológico”, como intercambio hormonal. La actitud materna y su modalidad vincular operan en el sistema relacional primario desde el comienzo de la vida como condiciones de producción de matrices de aprendizaje.
Es entonces en el ámbito de su grupo familiar y en forma particular en el protovínculo, que se constituyen las matrices de aprendizaje más estructurante en tanto ligadas a la génesis del sujeto como tal.
En tanto reproductora de la vida y por la dependencia característica del infante humano, la familia es la primera instancia de socialización. Indagar la organización familiar y en particular hacerlo en función de la investigación de la génesis de modelos o matrices de aprendizaje, implica no sólo estudiar su rol social, su historia, su función. Esta investigación requiere también el análisis de las relaciones de poder vigentes en ese grupo, los sistemas de roles y status. Una reflexión acerca de las modalidades de comunicación y vínculo, de las fantasías que circulan y en alguna medida modelan la interacción grupal-familiar, no puede realizarse con pertinencia si se abstrae esa dinámica, las vicisitudes de aprendizaje y relación que en ella se dan, de la multiplicidad de terminaciones sociales que, como factores causales, dan forma a los vínculos y desde allí a la experiencia del sujeto.
ACCIONES FORMATIVAS DE LOS PADRES.
Algunos puntos importantes que los padres tienen para con sus hijos:
AMOR A LA VIDA.
No juzgues o jamás serás uno con el todo. Te quedarás obsesionado con fragmentos, sacarás conclusiones de pequeñas cosas. Una vez que juzgas, has dejado de crecer..
La dicha de la vida consiste en tener siempre algo que hacer, alguien a quien amar y alguna cosa que esperar.
Para triunfar en la vida, no es importante llegar el primero. Para triunfar simplemente hay que llegar, levantándose cada vez que se cae en el camino.
Los grandes espíritus siempre han tenido que luchar contra la oposición feroz de mentes mediocres.
Cuando naciste tú, todos alrededor sonreían. Vive la vida de manera que cuando mueras tu sonrías y todos alrededor lloren.
Somos dueños de nuestro destino. Somos capitanes de nuestra alma.
EL VALOR DE LA VIDA EN SOCIEDAD
Todavía ningún financista o matemático ha inventado una fórmula para calcular el valor de la vida, pues esta es un bien que no está en el comercio ni se le puede aplicar la ley de la oferta y la demanda, sin embargo para los violentos, corruptos y criminales no parece valer mucho.
Pero la vida no solo es desvalorizada por los criminales, sino por los mismos gobernantes al ignorar a miles y miles de pobres, cuyos hijos mueren de hambre y de enfermedades curables.
Es una tarea difícil tratar de resumir las distintas posiciones ideológicas y filosóficas que fundamentan la diversidad de
posiciones en muchos temas referentes a la ética de la vida humana, o de la vida en general, de la bioética, y también
las diferencias en las legislaciones de cada país. Intentaré ...
Es una tarea difícil tratar de resumir las distintas posiciones ideológicas y filosóficas que fundamentan la diversidad de
posiciones en muchos temas referentes a la ética de la vida humana, o de la vida en general, de la bioética, y también
las diferencias en las legislaciones de cada país. Intentaré realizar una síntesis, sin entrar por falta de espacio en
análisis de cada cuestión.
EL VALOR DE SI MISMO
A medidas
que los padres satisfagan las necesidades de sus hijos :amor,seguridad, acatamiento,aceptación.se afianza el valor de él por si mismo.Educar en la fe no es dar sabias lecciones teóricas. No son clases magistrales.Hay todo un estilo cristiano de ver las cosas y de interpretar los acontecimientos de la vida, y ha de respirarlo en casa y en la escuela. |
Ciertamente en el hogar se enseñan cosas, ¡y muchas!: todas las ciencias, las letras y las artes están incoadas aquí de un modo u otro. Ahora bien, por encima de todo, lo que se enseña en casa es a ser lo que se es: hombre. La humanidad es aquí la lección y tarea primordial. Y más en concreto lo que se enseña es a ser tal persona, tal varón o mujer, o sea tú.
Para ello es necesario trascender el plano físico y psíquico, que es donde se quedan, por desgracia, muchos colegios. Pensemos por ejemplo en la llamada “educación sexual”, que en realidad no es más que un tratado de genitalidad, o como mucho de psicología mecanicista. Para educar hay que avanzar hasta la dimensión espiritual, que es donde surge la pregunta por el sentido de la vida: ¿qué hago yo aquí? ¿para qué he nacido? ¿de dónde vengo? ¿adónde voy?
La educación en la fe se sitúa en el centro de este plano espiritual, aportando aliento vital, unidad y perspectiva a los demás conocimientos. Por eso es imprescindible educar en la fe y desde la fe, ya sea en la familia como en su prolongación natural, que es la escuela. Obrar así significa no limitarnos a decir al niño lo que es un monte o un lago, sino entregarle un mapa y una brújula, para que pueda avanzar por su propio pie. Es pues deber de los padres,formarse para crear en el ambiente familiar el fuego del amor y la piedad hacia Dios y hacia los hombres. AMENAZAS CONTRA LA VIDA La cultura de la muerte ha impuesto una serie de amenazas contra la vida humana. Las principales son: pena de muerte, eliminación de los inocentes, el aborto y experimentos con embriones humanos que se eliminan. Comercio de las armas que favorecen los conflictos armados. Desajustes en el equilibrio ecológico. La difusión de las drogas. Los modelos de prácticas sexuales que además de inmorales son portadoras de gran riesgo para la vida. E aborto y la eutanasia. Las técnicas de reproducción artificiales. La eliminación de niños deformes, algunos ancianos y enfermos terminales. La anticoncepción y la esterilización y muchas otras etc. |
esta competamemnte entendible para los estudiantes de grados superiores
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