miércoles, 28 de abril de 2010

CONCEPCIONES ETICAS

El Bien y el Mal

Concepciones ética y metafísica

04-oct-2009 José Vicente Mestre Chust

Las cuestiones del Bien y el Mal han sido siempre muy atrayentes para la filosofía, con concepciones totalmente diferentes que se analizan en este texto.

Existe una doble concepción de los conceptos Bien y Mal que influye notablemente en la forma de considerar los juicios éticos, así como los criterios que se deben tener presentes a la hora de actuar. Cuando actuamos, no lo hacemos simplemente en función de lo que consideramos correcto o no, sino también a partir del criterio que utilizamos a la hora de definir los conceptos Bien o Mal, que no siempre son los mismos.

La concepción metafísica

Una primera concepción de los conceptos Bien o Mal es una concepción metafísica, en la que los conceptos Bien o Mal son conceptos absolutos. El Bien y el Mal no son valores, sino entidades enfrentadas la una a la otra. Los seres humanos, según esta concepción debemos escoger entre el Bien o el Mal como motor de nuestras acciones.

La concepción ética

Una segunda concepción habla más de bueno o malo, y no tanto de Bien o Mal, ya que esta concepción considera que no existen como conceptos absolutos, sino como características de las acciones humanas. Esta concepción, lejos de ser metafísica es una concepción ética.

La visión de Leibniz

Leibniz señala tres formas de concebir el Mal (y obviamente el Bien):

  1. El Mal Metafísico: el Mal en sí mismo, siendo fuente y origen de todos los males concretos.
  2. El Mal Físico: el que puede darse en la relación entre dos seres naturales, cuando uno se ve perjudicado.
  3. El Mal Moral: el que se da entre seres humanos, actuando libremente y con intencionalidad.

El juicio moral

La visión que se ha presentado inicialmente hace referencia a la concepción metafísica del Mal. Sin embargo, la visión más extendida sería la que presenta el concepto del Mal, no como una característica absoluta de los seres, sino como fruto del juicio moral, y, por lo tanto, de una interpretación personal y subjetiva de la realidad. Naturalmente, el concepto del mal sólo puede existir como elemento complementario del bien. Si todo es malo, o todo es bueno, dicha concepción no existe: el juicio moral existe en cuanto podemos optar entre diferentes categorías.

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El Maniqueísmo

De hecho, algunas interpretaciones, como el maniqueísmo consideran la existencia como una lucha entre elementos contrarios como son bien y el mal. El universo de Tolkien, por poner un ejemplo literario, es claramente un enfrentamiento entre el Bien y el Mal en el que existe, incluso, una concepción estética: los seres bellos pertenecen al bando del Bien, mientras que la fealdad es propia del Mal. Esta simplicidad ha llegado también a Hollywood, donde, salvo en el caso paradigmático de las vampiresas, la belleza es propia de los personajes buenos.



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