Formación Integral
Objetivo último de todo proceso educativo en el que se busca el desarrollo armónico de la persona desde sus múltiples dimensiones. Pretende superar las visiones yuxtapuestas o reduccionistas de las diversas ciencias, culturas y técnicas, tomar conciencia de los nexos entre las especializaciones y la dimensión global y dar sentido a todo el proceso de la vida humana.
La FORMACIÓN INTEGRAL es la formación que lleva al individuo a una integralidad armónica que permite un conocimiento desde lo personal, hasta ajustarse a un entorno social,“para que pueda asumir la herencia de las generaciones anteriores y para que sea capaz, ante los desafíos del futuro, de tomar decisiones responsables a nivel personal, religioso, científico, cultural y político”. La formación integral debe partir desde los valores presentes en el Kerigma o anuncio del evangelio, siendo la persona de Jesucristo el proyecto de vida a seguir.
Todos los seres humanos estamos llamados a la interdisciplinariedad; de modo que esta se constituya para cada uno de nosotros como adquisición de nuevos conocimientos aplicables en la vida, que hagan que nuestra formación sea cada vez más integral y fundamental para nuestro desarrollo académico y personal.
Con la formación integral se logra educar personas integras dispuestas trabajar por y para el bien de la sociedad.(salgado)
Se define como el desarrollo armónico de todas las dimensiones del ser humano. Recordando que cada persona es responsable de su auto formación, puesto que esto favorece el desarrollo de la autonomía y por lo mismo su responsabilidad frente a las decisiones que vaya a tomar en la sociedad para en la cual se está formando
FORMACIÓN INTEGRAL: Comprende el proceso que permite el desarrollo de todas las dimensiones de la persona, buscando brindar los elementos y espacios, para reflexionar sobre las propias vivencias, los acontecimientos y fenómenos de la realidad, construyendo nuevos significados y sentidos. (Amalia Deyanira)
La espiritualidad busca el conocimiento de sí mismo mediante lameditación espiritual y la introspección individual, se centra en el crecimiento interior de una persona; la religión se enfatiza en la fe y el credo mediante diferentes rituales como la oración, ceremonias, misas, etc.
La espiritualidad está basada en el amor, la libertad y la igualdad, su validez es universal; en cambio la religiosidad está comprendida por grupos separados y las características cada cual depende de la religión que se trate.
A continuación, cinco consejos para crecer y madurar espiritualmente con la ayuda de Dios:
1: Incluye a Dios en la toma de decisiones:
Desde niños aprendemos por medio de la instrucción que nos dan nuestros padres.
De igual modo, crecemos espiritualmente en la medida en que aprendemos a seguir las instrucciones de Dios, en que acudimos a Él en oración y aplicamos los principios espirituales de Su Palabra a nuestras decisiones.
2: Ejercita tu Fe:
Así como la experiencia enseña mucho, pues sufrimos las consecuencias de nuestras decisiones erróneas y vemos premiadas las acertadas, nuestro crecimiento espiritual se acelera cuando nuestra fe es puesta a prueba y tomamos conciencia de que en ella se encuentra la solución a los problemas de la vida.
3: Bríndate a los demás:
Al olvidarnos de nosotros mismos y dedicarnos a satisfacer las necesidades de los demás y a hacerlos felices, nos convertimos en conductos de amor de Dios para esas personas.
Así, en la medida en que nos entregamos al prójimo, Dios nos reabastece.
Al que reparte, le es añadido más… El alma generosa será prosperada: el que sacie a otros, también él será saciado.Proverbios 11:24a-25
Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo, porque, porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir. Lucas 6:38
4: Reconoce tus puntos flacos y esfuérzate por superarlos:
Todos tenemos aspectos en que podemos mejorar.
Se trata de un hecho general que la mayoría de la gente acepta sin mucha oposición.
La cosa se pone más difícil cuando identificamos nuestras debilidades, y en particular cuando intervienen otras personas.
Reconocer nuestras flaquezas nos resulta embarazoso aunque lo hagamos en privado o a solas con Dios.
Pero cuando somos capaces de admitirlas humildemente ante los demás y nos mostramos dispuestos a que nos ayuden -con consejos, recordatorios y oraciones-; es como si tomáramos el carril más rápido para crecer espiritualmente.
5: Acepta nuevos reto:
Dada la naturaleza humana, es fácil encasillarnos a nosotros mismos y limitar lo que somos capaces de hacer, sobre todo al ir entrando en años.
El problema es que con esa actitud se anquilosa nuestro crecimiento. Cuando nos cerramos a considerar nuevos datos y nuevas ideas, dejamos de crecer intelectualmente.
Al aislarnos, dejamos de crecer emocionalmente. Y cuando nos mostramos poco dispuestos a aceptar nuevos retos, dejamos de crecer intelectual, emocional y espiritualmente.
Como dijimos antes, somos una obra en curso y solo crecemos en la medida en que seguimos haciendo progresos. Pero para progresar hay que fijarse nuevos objetivos.
En este año entrante Dios puede ayudarte a ser más como quieres ser.
Mejor aún: Él puede ayudarte a ser más como Él quiere que seas.
Si haces tu parte, Él te ayudará a progresar paso a paso, pues Él te ama.
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